Ayuntamiento de Santander

imagen Ayto. Santander

Miembros de la Corporación, trabajadores municipales y vecinos se han concentrado este mediodía y han guardado un minuto de silencio en recuerdo de las dos últimas víctimas de la violencia machista.

Miembros de la Corporación santanderina, trabajadores municipales y vecinos se han concentrado este martes en la plaza del Ayuntamiento para mostrar su más firme repulsa a la violencia de género y sumarse al dolor de las familias de las dos últimas víctimas: una mujer de 38 años y una niña de un año fallecidas en Mora (Toledo) y Madrid.

Con este minuto de silencio la ciudad de Santander reitera su rechazo a esta lacra y se solidariza con las familias, amigos y allegados de las víctimas, tras confirmarse estos dos últimos casos: el de la mujer apuñalada por su pareja en la localidad toledana de Mora, que deja una niña de cinco años huérfana; y el de la niña fallecida en Madrid tras arrojarse su padre con ella en brazos desde una ventana del Hospital La Paz.

“La violencia de género ha vuelto a mostrar en los últimos días su rostro más cruel y doloroso, segando dos nuevas vidas y dejando otras dos familias rotas por una lacra que debemos combatir entre todos para desterrarla definitivamente de nuestra sociedad”, ha afirmado la alcaldesa de Santander, Gema Igual.

Ha trasladado todo el afecto y apoyo de los santanderinos a esas dos familias en estos momentos de “consternación, dolor y rabia”, y ha enviado un mensaje de ánimo a la pequeña que ha quedado huérfana por la muerte de su madre en Toledo, y a la mujer que ha perdido a su bebé en un acto “sumamente cruel, cobarde y egoísta”.

Con éstas son ya siete mujeres y una menor las víctimas mortales de la violencia de género en España transcurrido apenas un mes desde que comenzara el año, una cifra “dramática” que, según ha precisado Igual, no es más que la “punta del iceberg” de una situación que sufren muchas más mujeres a diario.

Por eso, ha vuelto a apelar a toda la sociedad para “rebelarse contra esta lacra, para no tolerar ningún tipo de maltrato y para no aceptar actitudes que amparen, silencien o justifiquen la violencia de género”.

“Tenemos la obligación de aislar a los agresores, denunciar cuando conozcamos que una mujer está siendo víctima de malos tratos, y ofrecerles nuestra ayuda a esas mujeres y a sus hijos cuando tengamos la más mínima sospecha de que están sufriendo la violencia machista”, ha concluido Igual.